Estoy aquí, ¿me ves?. ¿Qué sucede?, ¿qué ha pasado?... no lo entiendo. Yo sigo aquí, a tu lado... y tu allí, a mi lado... pero hemos perdido la capacidad del encuentro. No se... es que te siento diferente.
Siento que nos alejamos, que te pierdo... Ya no hablamos... ya no me miras...
Y yo sigo aquí, y te veo... y continúo abrazándote aunque ya no sientas como antes mis abrazos.
Por las noches, cuando rápidamente te duermes, y yo no logro conciliar el sueño aquí a tu lado, te observo... observo el movimiento de tu pecho en cada respiración... observo tu piel, esa piel suave que me rozaba con tanto amor hace un tiempo... observo tu cabello brillar con la luz que entra por la ventana...
Pero la noche culmina, y te levantas... ni siquiera me dirijes una mirada, te vistes y huyes de mi.
No se como acercarme a ti, no se como hacer para volver el tiempo atrás.Tu vida, tan ajetreada como siempre continúa... pero te ves triste, algo cansada también. De vez en cuando, cuando te sientas al borde del ventanal a hacer que lees, mientras yo sentado aquí, hago que no te observo... veo como de esos ojos cristalinos brotan algunas lágrimas... Y ¿sabes qué? no comprendo.
No entiendo como llegamos a esta situación...
Después de mucho tiempo de desencuentros, hoy he descubierto algo que me ha roto el alma. Todo por fin cobra su sentido, pero es como una oleada gigante que me aplasta, que me arrastra, que me empuja lejos de ti... que me desarma...
Te segui...
Te segui hoy a la salida de casa...
Y te encontre allí, derramando infinitas lágrimas contenidas, golpeando con fuerza un marmol frío y algo sucio... Preguntabas por qué, insultabas a tu Dios preguntándole el por qué, pidiéndole respuestas ante tanto dolor... Entonces me acerqué para abrazarte, para cobijarte entre mis brazos... y mientras te acurrucaba entre ellos dándote un gran beso, leí...
mi nombre estaba escrito en esa fría lápida.
Lloré, lloré contigo mientras te abrazaba fuertemente para no dejarte ir. Lloré y te bese una eternidad completa.
Y se que no me escuchaste, aunque grité... Pero aunque todavía no logro comprender el motivo sigo aquí, y te amo.
No te preocupes amor, cuidaré de tí, cuidaré de cada uno de tus pasos... Caminaré a tu lado todo el sendero... Me dormiré a tu lado cada noche, observándote respirar... rozandote el cabello.
No quiero que estés triste, no llores más amor, yo sigo aquí...
te amo...
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