Este 2012 que ya se aleja ha dejado en mí grandes marcas como mojones, puntos de anclaje, de inicio, fin y relanzamiento.
Estoy aprendiendo. Aprendo a construir mi vida como un lugar de disfrute, a dejar atrás ideales de perfección y completud. Disfruto cada día más de esa sonrisa generosa que me brindan, de ese encuentro fugaz en la calle, de esa charla que quisiera que nunca terminase.
He deslizado mi alma a mi exterior más externo, hasta el límite de mi piel, y los siento en cada abrazo, en cada gesto, en esa mirada vibrante que ilumina mi día… me hacen felíz.
Cada uno de ustedes son artífices activos de este aprendizaje. Me moldean en nuestro intercambio, me señalan una y otra vez qué es lo realmente importante.
Aprendo lentamente, en mi ansiedad muchas veces quisiera cambios ágiles, pero pese a eso cultivo con gran trabajo la paciencia.
Aprendo que quizás las cosas hoy no están como desearía, pero he entendido que la única persona capaz de modificarlas soy yo. No me enloquezco, practico la templanza y la reflexión. Me escucho, o al menos lo intento, me interrogo, me reescribo.
Se de mi desmezura e intento reencausarla, habilitar esa energía que por momentos genero con gran facilidad, en lugares que me deparan mayores satisfacciones al corazón y no tanto al ego.
Este año que se va me encuentra como un niño que aprende a dar sus primeros pasos, avanzando con inestabilidades.
Pido disculpen mis falencias y mis errores como algo propio de quien se inicia en un arte. Tengo el deseo y cuento con algunas herramientas que me han dado y otras que han construido junto a mí y para mí. Aprendo, día a día, aprendo.
Por momentos me pierdo en el objetivo y me desconcierto, tengo dudas, tengo temores, pero me obligo a avanzar. Me empujo a arriesgar, a poner lo que tengo para continuar y a dejar lo que significa un equipaje pesado.
La vida me resulta a contrapelo de mis tan armadas certezas y esquemas. Estoy aprendiendo a vivir de otro modo, más cercana al querer y alejándome de a milésimas del deber. La vida me tienta…
Les agradezco sinceramente que me acompañen en este maravilloso viaje que es vivir. A los que están caminando hoy junto a mí, a quienes me han acompañado en otros trayectos, a quienes han sido una tormenta y han pasado fugazmente dejando sus huellas. Gracias!
22/12/2012
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