Cuando los sueños se cumplen, ¿qué queda?
Cuando por años y años, a través de mucho esfuerzo, se planean objetivos, y se consiguen, ¿qué sigue?
Cuando sólo se esperaba que llegara determinado momento, y éste llega, ¿qué resta?
Sensaciones desencontradas, felicidad e incertidumbre.
¿Qué más se puede pedir?, ¿se puede pedir?, ¿pedir más?
Luego de avanzar por largo tiempo, sobre un camino angosto, y pispeando rápida y subrepticiamente hacia los lados, el camino prefijado culmina, el lugar se allana, y millares de caminos se abren ante nuestros ojos. ¿Qué hacer?, ¿seguir un camino ya realizado por otros?, ¿construir uno nuevo?, ¿elegir entre los más o los menos transitados?, ¿elegir?
Las elecciones tienen menos de propias, que de elecciones. Y no es por quitar responsabilidades, pero no hablo aquí de ellas.
Preservación del deseo, histeria, insatisfacción.
21/06/07
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